Puig Deporterapia - Terapia deportiva para personas con TGD

Autismo y Deporte

Fundamentación

Puig Deporterapia
Puig Deporterapia

Nuestro programa de deportes se fundamenta en el conocimiento de las características individuales de la persona con espectro autista, en los planteamientos didácticos necesarios para su forma especial de aprender y en la estructura interna del deporte en que se obtienen los mejores resultados educativos y terapéuticos.

1) Las características individuales.

Utilizamos el Índice de Espectro Autista como eje para diseñar los programas individuales de acuerdo a las características especificas del desarrollo y el trastorno de cada alumno en particular, dicho índice diferencia 12 dimensiones alteradas:

1. Trastornos cualitativos de la relación social.
2. Trastornos de las capacidades de referencia conjunta (acción, atención y preocupación conjuntas).
3. Trastornos de las capacidades intersubjetivas y mentalistas.
4. Trastornos de las funciones comunicativas.
5. Trastornos cualitativos del lenguaje expresivo.
6. Trastornos cualitativos del lenguaje receptivo.
7. Trastornos de las competencias de anticipación.
8. Trastornos de la flexibilidad mental y comportamental.
9. Trastornos del sentido de la actividad propia.
10. Trastornos de la imaginación y de las capacidades de ficción.
11. Trastornos de la imitación.
12. Trastornos de la suspensión (la capacidad de hacer significantes).

2) Los planteamientos didácticos o metodológicos

El plan metodológico se divide en tres etapas, a saber:

-Primera etapa: El propósito general de esta etapa es proveer la base técnica que sustentará toda la actividad deportiva posterior, son las habilidades motoras básicas del juego.
Para favorecer la adquisición de habilidades motoras, es indispensable que el alumno esté confrontado a un problema motor que tiene que resolver, pero su solución debe quedar a su alcance.
Por lo tanto, en esta etapa planteamos tareas cuyo nivel de dificultad es, por supuesto, superior a las capacidades de los alumnos, sin lo cual no habría aprendizaje, pero que se adaptan a sus posibilidades, es decir, planteamos tareas de dificultad óptima.
Tareas de un nivel de dificultad demasiado grande o demasiado pequeño perjudican notablemente la adquisición de dichas habilidades.
Proponer tareas cuyo nivel de dificultad se corresponda con el nivel de habilidad de los alumnos implica poseer conocimientos teóricos y prácticos de la didáctica específica de cada disciplina.

-Segunda etapa: En esta etapa se aplican las habilidades motrices adquiridas al juego de iniciación deportiva. El juego de iniciación deportiva se inicia con las reglas más elementales y sólo a medida que se van dominando dichas reglas se incorporaron las nuevas.
El conocimiento mínimo de las reglas y la comprensión de su carácter obligatorio le permiten al niño jugar con un otro.
La primera comprensión de la regla se relaciona con los primeros intentos del niño por coordinar sus acciones en un concepto del juego como sucesión de turnos.
Las reglas propiamente dichas no empiezan a formularse hasta que no hay una referencia a las acciones básicas que dan significado al propio juego.
Estas acciones son simultáneamente una descripción de lo que cada jugador hace y una prescripción de cómo debe hacerlo. El juego pasa por una sucesión de cambios en su sistema de reglas a medida que las acciones del niño se van diferenciando en distintas partes del juego, y a medida que el niño aprende que cada regla individual se aplica a situaciones especificas.
Poco a poco se elevan la complejidad de las habilidades motrices y se aumenta gradualmente la complejidad del sistema de reglas.

-Tercera etapa: En está ultima etapa trabajamos de forma técnica y táctica desde un encuadre más centrado en el juego, la interacción, y la funcionalidad.
Las estrategias que el niño despliega al jugar aumentan su capacidad de asimilar y comprender las interacciones motrices, y de dar sentido a sus acciones en relación a un otro. Es decir, aumentan sus posibilidades de relación intersubjetiva, así como su capacidad para interpretar las intenciones del contrincante.
Al trabajar estrategias motrices el niño desarrolla esquemas de juego con regulación significativa de la acción propia y del contrincante, dichos esquemas desarrollan destrezas cognitivas.
Los esquemas son representaciones de situaciones, concretas, muy generales y simples, que le permiten al niño, enfrentarse a situaciones parecidas en la realidad del juego.
Los esquemas no son los comportamientos motores que pueden variar de una situación a otra, sino las representaciones básicas de las situaciones, a medida que el niño mejora sus posibilidades de comprensión dichos esquemas se van complejizando y flexibilizando, es decir se van liberando las condiciones de aprendizaje, para hacerlas más cercanas a las situaciones naturales.

3) La estructura del deporte que se aprende

Planteamos favorecer el desarrollo subjetivo de personas con Espectro Autista, teniendo en cuenta la especificidad de sus construcciones cognitivas en relación con la estructura interna del deporte. En este sentido, buscamos salvar las limitaciones que presentan un cuerpo de ideas psicológicas para fundamentar o diseñar estrategias pedagógicas.

Construimos programas teniendo en cuenta la importancia de la estructura interna del deporte a enseñar, ya que dicha estructura es uno de los factores determinantes del proceso de enseñanza de los deportes y por lo tanto es un indicador de la viabilidad o no del trabajo a realizar.

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